DESAFÍO
Los organismos encargados de hacer cumplir la ley siempre tienen que ir por delante de la curva tecnológica y anteponerse a la capcidad de los malos actores de aprovecharse de los avances innovadores, las normativas sobre privacidad y el alojamiento a prueba de balas y otros servicios que facilitan la creación y el mantenimiento de infraestructuras delictivas en línea. Pero el reto consiste no solo en adaptarse al paisaje tecnológico en constante cambio o a las técnicas de abuso digital, sino también en obtener tantos datos conectados como sea posible, que conduzcan a pistas para profundizar e intensificar las investigaciones.
SOLUCIÓN BASADA EN DATOS
Las capacidades tecnológicas que ayudan a investigar a fondo los delitos y a resolver los casos pueden beneficiarse de una visión completa de Internet, la red que a menudo proporciona a los delincuentes vía libre para el anonimato y audacia para cometer ciberdelitos. El acceso a información histórica y en tiempo real sobre dominios, WHOIS, IP, DNS, y otros datos de inteligencia relacionados con Internet puede conducir a pistas adicionales sobre ciberdelincuencia y autores que de otro modo pasarían desapercibidos.